¿Quién es mi comunidad?
Lucas 10:36-37 (RV60):
“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? [37] Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”
Una sociedad dividida en comunidades
Hoy en día escuchamos con frecuencia frases como: “yo pertenezco a tal comunidad”. Esto ha llevado a que vivamos en una sociedad cada vez más segmentada: comunidades por raza, idioma, color, credo o cultura.
Sin embargo, desde la perspectiva bíblica y espiritual, todos somos una sola comunidad. Una comunidad multigeneracional, multicultural, multirreligiosa y multisocial. El gran desafío es aprender a vivir en ella sin sentirnos superiores ni inferiores a los demás.
¿Qué significa “prójimo”?
En Lucas 10:29 alguien le preguntó a Jesús: “¿Quién es mi prójimo?” La palabra griega usada aquí es plesion, que puede traducirse como vecino.
Pero el concepto de vecino en la cultura oriental del tiempo de Jesús era muy distinto al que tenemos en la cultura occidental de hoy.
- En los barrios o comunas, la cercanía hace que las personas compartan necesidades y muchas veces se apoyen mutuamente.
- En los residenciales, las relaciones son más distantes; a veces hay un saludo, pero poco contacto real.
- En los vecindarios, las casas suelen estar separadas por muros y sistemas de seguridad. Allí, el contacto entre vecinos casi no existe y cada persona vive encerrada en su propio mundo.
En cambio, en el Medio Oriente del tiempo de Jesús, los hogares estaban “puerta con puerta”. Por eso, cuando Él dijo: “Ama a tu prójimo”, hablaba de amar a todo aquel que está cercano a ti.
Entonces, ¿quién es mi comunidad?
Tu comunidad no son únicamente quienes piensan como tú, hablan tu idioma o comparten tu cultura. Tu verdadera comunidad es todo aquel que está cercano a ti y que tiene una necesidad.
Jesús lo dejó claro en Lucas 10:36-37: nuestra comunidad incluye a cualquiera que esté cerca, sin importar su nacionalidad, idioma o creencias.
¿Dónde está tu prójimo?
Tu prójimo puede estar en:
- Tu trabajo.
- El lugar donde vives.
- Tu propia familia.
- Incluso en tus redes sociales.
No importa si alguien vive en un barrio humilde, en un residencial moderno o en una mansión de lujo. Todos tenemos necesidades y todos necesitamos de una comunidad para apoyarnos y ayudarnos mutuamente.
Amar sin distinción
No excluyas a las personas porque no están bautizadas, no creen lo mismo que tú, no pertenecen a tu denominación, no hablan tu idioma o no son de tu cultura.
Jesús nos llama a amar a todos por igual y aceptarlos como Él lo haría. El cambio en la vida de las personas es obra del Espíritu Santo, no nuestra. Nuestra misión es simplemente amar y servir. Ser comunidad no es compartir etiquetas, sino compartir amor. Allí donde haya alguien con una necesidad, allí tienes un prójimo y allí está tu verdadera comunidad.
Por Pastor Rammy Robles