Templos, Sinagogas y Episynagogas: Nuestra Misión No es Reunirnos, es Crecer en Jesús

Cuando hablamos de iglesia, muchas veces pensamos en edificios, templos o reuniones semanales. Sin embargo, en tiempos de Jesús, la iglesia no dependía de un lugar físico. Comprender esta diferencia nos ayuda a enfocar nuestra vida espiritual en lo más importante: crecer en Jesús y expandir su reino.

Templos y Sinagogas: Lugares de Ley, No de Iglesia

Ni el templo ni las sinagogas eran episynagogas —reuniones cristianas. El templo era un símbolo de la ley para los judíos, mientras que las sinagogas eran espacios de discusión sobre esa ley. Jesús asistía al templo (Mateo 21:12) no para hacer sacrificios, sino para mostrar su desaprobación de las malas prácticas de los líderes religiosos. También iba a las sinagogas para enseñar y ajustar las interpretaciones de la ley.

Es importante entender que estos lugares no eran espacios para la iglesia cristiana. La verdadera iglesia es la comunidad de creyentes, no un edificio.

¿Qué es una Episynagoga?

La palabra griega episynagōgē significa “reunirse con la intención de hablar de Jesús y buscar el Espíritu Santo”(Hebreos 10:25). Esto es muy diferente a lo que se hacía en templos y sinagogas, donde el foco estaba en la ley y los rituales.

Las Primeras Reuniones de la Iglesia

Jesús se reunió con sus discípulos en varias ocasiones, ya sea en montes o en casas. Una de las reuniones más relevantes ocurrió el día de su resurrección (aunque esto no santifica el Domingo como día de reposo), probablemente en la misma casa donde celebraron la Última Cena. Los discípulos estaban reunidos por temor a los romanos y tratando de entender lo que había sucedido (Juan 20:19-23).

Este encuentro nos muestra que la iglesia no depende de un lugar físico, sino de la comunidad de creyentes y su enfoque en Jesús.

La Iglesia No se Define por un Edificio

Un edificio o lugar de reunión no define a la iglesia. Lo que realmente define a la iglesia son los frutos del Espíritu Santo en la vida de sus miembros y su fidelidad a Dios. Reunirse es importante, pero no es el objetivo principal: la verdadera misión es conocer más a Jesús y guiar a otros hacia Él.

Incluso si guerras, pandemias, falta de un edificio o la distancia impiden que la iglesia se reúna físicamente, esto no la hace menos iglesia ni detiene tu crecimiento espiritual.

Formas Creativas de Congregarse Hoy

Con el tiempo, las iglesias han encontrado formas creativas de reunirse:

  • Reuniones por Zoom o plataformas digitales.

  • Encuentros en el metaverso.

  • Encuentros en espacios abiertos o casas particulares.

Lo importante es no dejar de congregarse, no importa dónde estés: en un hospital, en medio del océano, en una misión militar o en un vecindario sin reuniones presenciales. Siempre formas parte de la comunidad de creyentes.

Conclusión

La iglesia no es un lugar, sino personas guiadas por Jesús. Reunirse fortalece nuestra fe, nos ayuda a servir a otros y nos mantiene enfocados en el Espíritu Santo. La verdadera misión es crecer en Jesús y compartir su amor, dondequiera que estemos.

 

Por Pastor Rammy Robles